PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Sofonías 3, 14-18
Canta, Hija de Sion, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal. Aquel día dirán a Jerusalén: “No temas, Sion, que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; Él te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de fiesta”.Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Isaías 12
R/. El Señor es mi Dios y salvador
•El Señor es mi Dios y salvador, / con Él estoy seguro y nada temo. / El Señor es mi protección y mi fuerza / y ha sido mi salvación. / Sacarán agua con gozo / de la fuente de la salvación. R/.
•Den gracias al Señor, / invoquen su nombre, / cuenten a los pueblos sus hazañas, / proclamen que su nombre es sublime.R/.
•Alaben al Señor por sus proezas, / anúncienlas a toda la tierra. / Griten jubilosos, habitantes de Sion, / porque el Dios de Israel / ha sido grande con ustedes. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?”. Él contestó: “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”.
También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?”. Él les decía: “No cobren más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?”. Él les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”.
Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el bieldo en las manos para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la Buena Nueva.
Palabra del Señor.
LECTIO DIVINA
Para meditar
• Esten alegres: el Señor está cerca. La que ahora debería alegrarse, con el mismo entusiasmo que en tiempos de Sofonías, es la Iglesia, la comunidad de Jesús. Pero ¿se puede invitar hoy a nuestra Iglesia, como el profeta lo hizo a su pueblo: “regocíjate, Iglesia de Cristo, grita de júbilo?”. ¿O es una utopía esta proclama de gozo y júbilo mesiánico?
Del mismo modo, la llamada de Pablo nos interpela también a nosotros: “Estén alegres”. Es un mensaje que vale la pena decir en medio de una comunidad cristiana y de una sociedad falta de esperanza. Hoy y aquí, a nosotros, Dios nos dirige una palabra de ánimo, invitándonos a no tener miedo, a que nuestro corazón esté en paz, porque Él está siempre cerca de nosotros.
Se trata de la alegría que es fruto del Espíritu; de la alegría que Cristo tenía y que pedía al Padre, en su última cena, para los suyos; de la alegría que muestra María en su canto de alabanza: “Proclama mi alma... se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”.
A este pregón de alegría se une hoy también un recordatorio de la exigencia que tiene todo amor y todo don. Pablo decía a los suyos que, además de la alegría por la cercanía del Señor, debían distinguirse por “la mesura” en sus vidas y por la oración a Dios, hecha de acción de gracias y de súplicas.
Pero es sobre todo el Bautista, que a orillas del Jordán también “anunciaba la Buena Noticia” al pueblo, llenándolo de alegría, quien les propuso a ellos, y nos propone a nosotros, un programa exigente y muy concreto para preparar la venida del Mesías: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene, y el que tenga comida, haga lo mismo; no exijan más de lo establecido; no hagan extorsión a nadie”.
Cada uno piense en qué le afecta este programa del Bautista: cómo compartiremos nuestros bienes con el más necesitado, cómo seremos más amantes de la justicia y de la verdad, no de palabra, sino con hechos. Empezando por nuestro círculo vital, la familia, el lugar de trabajo, las amistades, la labor social o eclesial que desarrollamos. Y no pensando solo en lo económico: en efecto, hay personas que necesitarán también nuestra ayuda material, pero hay muchas otras que necesitan nuestra presencia y cercanía, nuestra palabra amiga, la comunicación de nuestra fe.
Para reflexionar
● ¿Qué hacía Juan el Bautista para inquietar a sus oyentes? ¿Cómo inquietar hoy con el mensaje de salvación?
Oración final
Oh Verbo, esplendor del Padre, cuando vengas como Juez, entre los esplendores del cielo, acógenos a tu derecha en la asamblea de los bienaventurados. Amén.
Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:
- Librería Virtual San Pablo - Ver más...
- Librerías San Pablo - Ver más...
- Más información www.sanpablo.com.sv
- E-mail: comercial@sanpablo.com.sv
- WhatsAppSP
"Tiene Dios poder para colmarlos de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, les sobre para obras buenas". (2 Corintios 9, 8). Puedes colaborarnos en esta obra de evangelización con tu donación: https://bit.ly/2DZuzDE